Los recursos para estas operaciones se obtuvieron luego de que el CORE de Coquimbo aprobara su financiamiento en 2019.
Diez personas fueron las seleccionadas en 2020 para poder optar a una cirugía de estimulación cerebral profunda en la Región de Coquimbo, y pese a la emergencia sanitaria del Covid- 19 siguen con la preparación de sus operaciones mediante evaluación médica, psicológica y un arduo seguimiento de sus tratamientos, y pautas kinesiológicas y nutricionales.
La pandemia ha causado estragos en Chile y el mundo, y los pacientes con Parkinson también se han visto complicados con esta situación, ya que padecer esta enfermedad los hace, automáticamente, propensos a sufrir infecciones respiratorias, debido a que la mayoría de ellos son mayores de edad, demostrando, de esta manera, que este tipo de cirugía se vuelve relevante.
Esta operación de estimulación cerebral consiste en implantar electrodos, los cuales van conectados a un neuroestimulador que transmite señales eléctricas para controlar los movimientos. Conscientes de las ventajas del tratamiento, el movimiento IV Región Unida por el Parkinson, junto a la neuróloga Dra. María Eugenia Contreras, especialista en la enfermedad, y el servicio de salud presentaron ante el CORE de Coquimbo un proyecto para conseguir su financiamiento, el cual fue aprobado por la entidad en 2019.
“Esta cirugía es de alto costo, 47 millones de pesos aproximadamente por paciente, donde solicitamos cubrir los dispositivos debido a que ya contábamos con el apoyo del servicio de salud para cubrir los demás gastos asociados”, comenta la representante y vocera de pacientes con parkinson, Gloria Tapia.
La intervención quirúrgica dura alrededor de 14 horas, y no califican todos los pacientes. En primer lugar, se debe tener una tolerancia y efectividad del medicamento principal que es la levodopa, para lo cual la persona debe ser sometida a un examen, el que consiste en mantenerlo un tiempo sin medicación, y luego al volver a él se toma el tiempo de efectividad. De ser positivo podría ser un candidato.
La edad del paciente también es otro factor. “Esta cirugía es un cambio radical para la vida del paciente como del cuidador o familia que muchas veces debe dejar de trabajar para darle el mejor cuidado que merece el paciente”, asegura Gloria Tapia.
