La analista y académica de la U. de Santiago, Dra. Lucía Dammert, calificó como “llamativa” la centralidad del candidato de Chile Podemos Más, señalando que trata de liberarse del mote político una persona que ha sido, desde el comienzo de la democracia que ha estado vinculada de una u otra forma a cargos políticos.
Esta semana se emitió el primer debate presidencial a casi dos meses de las elecciones de noviembre que enfrentará a siete candidatos en la papeleta. Con la participación del candidato del Pacto Apruebo Dignidad, Gabriel Boric, de Chile Podemos Más con Sebastián Sichel, Nuevo Trato con Yasna Provoste, Unión Patriótica con Eduardo Artés y José Antonio Kast del Partido Republicano, el debate televisado tocó temas como seguridad, salud, pensiones y gobernabilidad.
Para la doctora en sociología y académica de la Facultad de Humanidades Usach, Dra. Lucía Dammert, destacó el formato de la discusión como “uno de los grandes aciertos”, donde logró quitarles prioridad o centralidad a los periodistas, mientras que los candidatos tuvieron la oportunidad de expresar mejor sus ideas y administrar sus tiempos.
“Este era un debate importante, no sólo porque marca el inicio de las campañas, sino que también porque algunos candidatos venían con alguna necesidad de hacerse más conocidos. Probablemente Yasna Provoste es la que necesitaba marcar un domicilio político más claro, y también el mundo de la derecha, la definición de algún tipo de línea divisoria entre lo que sería el candidato Sichel y Kast. Y en ese sentido me parece que el formato y los contenidos del debate permitieron delinear con mucha más facilidad ver cuáles son las fortalezas y debilidades de todos”, sostuvo la académica.
Indicando que así la ciudadanía podía lograr más interés y tomar decisiones respecto a una votación más informada sobre las discusiones que se han tenido, la también doctora en ciencias políticas, destacó el desempeño en el debate de candidatos como Boric y Kast, donde el último habría logrado marcar un buen manejo en la discusión en situaciones donde otros podrían trastabillar.
“Él no solamente marcó lo que es la derecha dura en Chile, sino que también hizo severos guiños a una derecha ya más tradicional. Una derecha que, por supuesto está en contra del aborto, que está en contra de un Estado más fuerte, y una derecha que está a favor de la liberación de muchas cosas en el mercado. Dicho así, creo que él gana y paralelamente Sichel no se logra consolidar como un candidato que, por lo menos en el marco del debate se fortalece”, indicó.
Apuntes a Sichel
Destacando también la instalación de la agenda por parte de Eduardo Artés y la consolidación de Gabriel Boric, la analista de la U. de Santiago criticó la centralidad de Sichel “al decir que no es político”, apuntando que “tiene una incapacidad importante de hacer llegar su mensaje, sin embargo, es un candidato todavía competitivo, como todos”.
“Una de las cosas que me parecen bien llamativas es la centralidad que le da Sichel a decir que no es político, como a tratar de librarse del mote político una persona que ha sido, desde el comienzo de la democracia que ha estado vinculada de una u otra forma a cargos políticos”, señaló Dammert.
“En resumen, parece que Boric logró mantenerse, Kast creció sin duda, Yasna Provoste no logró instalarse como esperaba, Artés jugó solo y Sichel me parece que efectivamente pierde al no aprovechar la oportunidad de dar a conocer sus ideas, de ampliarse un poco hacia el centro o definir por qué él es la derecha y no Kast”, concluyó la académica.
