Ante la mejoría presentada en la situación de la pandemia en Chile, ALMA ha decidido comenzar el largo proceso de recuperación del conjunto de antenas, comenzando por la preparación del Centro de Apoyo a las Operaciones de ALMA (OSF, por su sigla en inglés), ubicado a 2.900 metros sobre el nivel del mar en las alturas del desierto de Atacama, para el regreso del personal y contratistas.
Durante los últimos seis meses, el sitio de ALMA estuvo cerrado, sin siquiera energía ni agua. Solo una sola pieza clave de su equipo, el máser de hidrógeno, siguió recibiendo energía, gracias a que es revisada diariamente por un equipo de ALMA, el Caretaker Team, que ha garantizado la seguridad y protección del observatorio durante su cierre.
El camino hacia la recuperación de las operaciones y, en última instancia, las observaciones científicas -un hito que no se llevará a cabo este año- se ha planificado cuidadosamente. Este plan asume que la situación de la pandemia en Chile y en todo el mundo seguirá mejorando, pero se realizarán monitoreos periódicos para evaluarlo.
Hemos reunido una serie de imágenes de las instalaciones de ALMA en el norte de Chile semi vacías debido a este período de cierre. Animales acercándose a la zona y oficinas sin gente conforman parte de esta serie, que se suman a otras grabadas con drone en el sitio de las antenas ahora inactivas en medio de la nieve.
A este material se unen 3 entrevistas grabadas a miembros del Caretaker Team a cargo del cuidado del observatorio en que comparten sus impresiones de ver a ALMA cerrado. Habla primero (en inglés) el jefe científico del observatorio, John Carpenter; luego Rolando Olivos, gerente del Grupo de Mantención de Infraestructura, y finalmente Reinaldo Aravena, subgerente de Seguridad.
