Oportuna labor, a la que se sumó el apoyo de un veterinario particular, además del área de Gestión Ambiental de Sernapesca, hizo posible devolverlo a su hábitat natural en perfectas condiciones.
Son reconocidos por rescatar vidas, pero manera anónima muchas veces también cumplen una hermosa labor como es prestar ayuda a las especies animales que varan en la costa. Si bien en algunos casos ya llegan muertos o con escasas posibilidades de sobrevivencia, hay otros que logran ser reinsertados en su hábitat natural.
Este fue el caso de un pequeño lobo marino que, desorientado, varó en la playa sin fuerzas para regresar al mar. Alertados de aquello, salvavidas de La Serena concurrieron en ayuda de este ejemplar que rápidamente se encontró rodeado de gente que lo observaba y sacaba fotografías. Tras lograr cubrir su cabeza, fue subido al vehículo de rescate y trasladado para la atención del veterinario Rodrigo Sánchez, instructor de la escuela de surf Poisson, quien presta un valioso apoyo para que estos operativos tengan un final feliz. “Nos sólo nos preocupamos de la vida humana, sino también de la vida silvestre. Hemos rescatado ahora a este lobito, pero también pingüinos, yuncos, cormoranes, etcétera. Lo bueno que este año apareció un joven veterinario que es instructor en la escuela de surf Poisson y él nos ha prestado una colaboración de manera desinteresada evaluando a los animalitos. Los atiende y nos ayuda a salvar a las especies, muchas veces dejando de lado sus clases. El caso de este lobo es un ejemplo, el cual agradecemos mucho.
Es una satisfacción, y alegría enorme salvar la fauna. Lo importante es tener claro que nosotros somos los ajenos y debemos dejarles su espacio, dejarlos tranquilos, no acercarse, y así evitamos que se pongan agresivos y facilitar su recuperación”, explicó Yergo Rivera coordinador de los Salvavidas de La Serena.
Respecto de esta noble labor, Sánchez explicó que “me encanta lo que hago y la única forma de apoyo que tengo es llevar animales a mi casa, porque no están disponibles todo el tiempo los servicios competentes y hay que hacer las cosas de manera particular. Lo principal es educar y este tipo de cosas sirve. La gente no tiene por qué saber cómo comportarse, faltan programas de prevención ambiental especialmente si hay marejadas, y falta de información. Hacer equipos de trabajo, jornadas educativas, nos falta mucho trabajo aún para que la gente entienda. El turismo alimenta la ciudad y este tipo de cosas hace que el turista vuelva. No podemos esperar que una institución trabaje sola, el medioambiente es de todos y debemos trabajar juntos. Con este lobito funcionó el sistema. Necesitaba descansar y no tenía fuerza. Hay muy buena onda con los salvavidas, el trabajo de ellos es educar. Ellos, como tenemos los mismos intereses, me han pedido apoyo y está toda mi disposición”.
Tras los exámenes correspondientes, el joven ejemplar de lobo marino fue trasladado por personal del área de Gestión Ambiental de Sernapesca hasta un sector seguro donde, ya con ánimo, fue liberado y volvió al mar lleno de vida.
